Una
despedida triste de Barcelona
En este
última entrada voy a recordar todas las extraordinarias memorias que tengo de
mi inolvidable estancia en Barcelona. Ha sido un año increíble en que he hecho
unos grandes amigos y disfrutado de unos experiencias que voy a recordar para
toda la vida.
El
primero memoria que tengo de Barcelona es cuando llegué por primera vez, no tenía
ni piso ni ninguna idea de cómo llegar al centro. Fui a una residencia muy
básica en el Raval y me pregunté ¿donde me he metido? Pero después de poco
tiempo encontré un bueno piso y moderno muy cerca de la universidad y con una
vista increíble de la ciudad y de la Sagrada Familia.
La
segunda memoria que tengo es la última fiesta en La Terrrazza antes del invierno, La Terrrazza es mi club favorito con una mezcla perfecta de
ambiente y música y este noche fue especialmente formidable porque fue la
última fiesta allí del año.
Fui a
Andorra en febrero para hacer el esquí, fue un fin de semana inolvidable en que
salimos todos los noches, ¡E hicimos un poco esquí también! ¡Pero hacía un frío
que pela allí!
Ahora
es verano, y el tiempo ha mejorado, pasamos mucho tiempo en la playa
disfrutando nuestros últimos meses aquí tomando el sol y disfrutando de los
largos días.
Durante
el año me he vuelto más maduro, sensato y comprometido. Ha sido una experiencia
inolvidable y es muy triste que el año está a punto de llegar a su fin y que
todos mis amigos nuevos tenemos que volver a nuestros propios países y
universidades.